Energía mareomotriz
La energía mareomotriz es una forma innovadora y limpia de aprovechar el movimiento de las mareas para generar electricidad. En las plantas mareomotrices, se abre paso al agua cuando la marea sube, permitiendo que esta ingrese y quede retenida. Luego, cuando la marea baja, el agua es liberada y pasa por unas turbinas especiales que transforman su movimiento en energía. Es un proceso natural y eficiente que convierte la fuerza del mar en electricidad para abastecer hogares, ciudades e industrias.
Además, esta fuente de energía es renovable y predecible, ya que el ciclo de las mareas sigue patrones constantes, lo que permite generar electricidad de manera confiable sin depender de combustibles fósiles.

Usos de la energía mareomotriz
La energía mareomotriz aprovecha el movimiento de las mareas para generar electricidad de manera limpia y renovable. Se obtiene a través de plantas mareomotrices, donde el agua retenida durante la marea alta se libera y pasa por turbinas que transforman su energía en electricidad. Es una fuente predecible y sostenible, aunque enfrenta desafíos como costos elevados y posibles impactos en ecosistemas marinos. Aun así, tiene aplicaciones prometedoras en la producción de electricidad, desalinización y electrificación de puertos, contribuyendo a un futuro más verde.
Desventajas de la energía mareomotriz
Aunque la energía mareomotriz es una alternativa limpia y renovable, también presenta algunas desventajas. Su costo de instalación es elevado, ya que la construcción de plantas mareomotrices requiere infraestructura especializada y materiales resistentes al agua salada y la corrosión. Además, su impacto ambiental debe ser evaluado cuidadosamente, ya que las turbinas y compuertas pueden afectar la fauna marina y alterar los ecosistemas cercanos.
Ventajas de la energía mareomotriz
La energía mareomotriz tiene varias ventajas que la convierten en una opción atractiva dentro de las energías renovables. Es limpia y renovable, ya que aprovecha el movimiento natural de las mareas sin generar emisiones contaminantes. Además, es predecible, porque las mareas siguen ciclos constantes, lo que permite una producción estable de electricidad sin depender de factores climáticos como el viento o el sol.